Darío Matos es oriundo de Casbas, Partido de Guaminí y hoy tiene la única óptica de la localidad: Óptica San Gabriel.
“Tenía pensado estudiar arquitectura, pero por una opinión de mi hermano, me senté nuevamente a ver la guía del estudiante” recuerda Darío. “No vengo de familia óptica, pero me atrapó la carrera, y me encanta lo que hago” relata.
Darío es oriundo de Casbas, estudió en la Universidad de Morón, y ya recibido, compró una óptica que estaba funcionando y continúo el trabajo que venía realizando un colega. Casbas es un pueblo de cinco mil habitantes, “mi reconocimiento es que la gente venga, ahora vienen de casi todo el Partido” cuenta Darío.
En la localidad de Guaminí, que se encuentra a treinta kilómetros, cerró la única óptica que había, por lo que gran parte del Partido se acerca a la Óptica San Gabriel. “Muchas veces el problema es que no hay oftalmólogo, y se tiene que ir hasta Trenque Lauque o Pigüé” resume Darío y agrega “por suerte hace más de dos décadas que estoy acá y la gente vuelve”.
En la Óptica Darío se dedica al área de contactología y óptica. Si bien, por las especificidades de la localidad se trata de reparar bastante, el DT busca estar constantemente actualizado, y como en muchos otros espacios, “hay veces que no se tiene conocimiento de la importancia de la salud visual”.
Como en muchas localidades pequeñas, Casbas se caracteriza por muchos negocios que ofrecen muchos y variados productos, es así que en algunos espacios, se consiguen anteojos, a lo que Darío explica: “En un pueblo chico es una contra grande, porque uno que ofrece sólo óptica, está uno muy limitado, por lo que el trabajo es constante y de todos los días” concluye.