La vuelta al colegio es un buen momento para prestar atención a los ojos de los más chicos, ya que, generalmente, se supone que un niño tiene problemas de aprendizaje y/o atención cuando en realidad el motivo puede ser algún problema en su visión. Por eso, el control a tiempo de las alteraciones visuales puede ser el factor determinante para evitar un bajo rendimiento escolar.
Son muchos los signos que pueden generar sospechas a los docentes: acercarse mucho al cuaderno a la hora de escribir o leer, errores al copiar palabras del pizarrón, taparse un ojo para concentrarse al hacer los ejercicios en clase, saltarse palabras o renglones al leer o seguir la lectura con el dedo.
Habitualmente, los controles visuales no se encuentran incluídos en la rutina antes del comienzo de clases, principalmente porque los chicos no suelen darse cuenta solos que no están viendo bien y no lo manifiestan. Es por ello que la inclusión de un control de la vista entre los chequeos médicos previos al comienzo de clases es muy importante.
Desde el Colegio de Ópticos de la Provincia de Buenos Aires (COPBA) recomiendan realizar controles rutinarios en las siguientes edades:
- Primeros meses de vida para descartar enfermedades congénitas y patología tumoral.
- De 1 a 3 años para consultas por estrabismo y ojo vago.
- A partir de los 4 años para detectar problemas de agudeza visual y defectos de refracción que de no ser detectados pueden llevar al pequeño al fracaso escolar.
En los niños de edad escolar hay que prestar atención a los siguientes signos:
- Poca habilidad para ver los objetos a distancia como leer el pizarrón.
- Cruza o entrecierra los ojos.
- Presenta dificultad para leer o hacer trabajos de cerca.
- Se sienta demasiado cerca de las pantallas.
- Manifiesta dolores de cabeza luego de períodos de lectura.
- Pestañea más de lo normal.
- Se frota mucho los ojos.
- Cierra un ojo o se lo tapa para ver mejor.
- Presenta ojos enrojecidos o llorosos
- Tiene excesiva sensibilidad a la luz
- Tiene una mala percepción visual, por ejemplo, confunde la A con la E, la U y la N.
Si luego del control visual el niño necesita usar corrección, ¿qué es importante tener en cuenta?
- Siempre adquirir los anteojos y/o las lentes de contacto, según la indicación del oftalmólogo, en una óptica habilitada a cargo de un Óptico-Contactólogo matriculado.
- El asesoramiento en cuanto a la forma, tamaño y material de la montura es muy importante, así como la del material y tratamientos existentes de los cristales.
- Es recomendable que el niño participe en la elección de sus anteojos, y tener en cuenta sus gustos, ya que si se siente a gusto lo usará sin problemas.
- Una vez seleccionado el armazón el profesional lo adaptará al rostro del pequeño para su perfecto centrado en la realización del trabajo.
- Debemos enseñarles a los más chicos cuáles son las mejores técnicas para limpiar sus anteojos, de manera que no se estropeen y siempre se encuentren higienizados; tener los anteojos y las lentes limpias, así como una correcta higiene de las manos antes y después de manipularlos, ayuda a cuidar la salud visual y a no contraer enfermedades infecciosas como por ej. COVID-19.
- Al entregar los anteojos se sugerirá técnicas de mantenimiento. Se recomendará la visita periódica para mantenimiento del mismo (ajuste de tornillos, cambio de plaquetas entre otros).
Desde COPBA señalan que sin una visión clara un chico puede no ser capaz de desempeñarse correctamente en la escuela. Es por eso que realizar el control anual de la visión es tan importante como cualquier otro control médico de rutina.