La venta de anteojos para sol fuera de las ópticas habilitadas por el Ministerio de Salud de la Provincia de Buenos Aires está a la orden del día: se ofrecen en kioscos, en la calle, casas de ropa, en showrooms, y hasta por internet. Pero todos estos “anteojos” que se venden por fuera de los canales legales ponen en serio riesgo nuestra salud visual, pudiendo en muchos casos causar daños irreversibles en nuestros ojos. Así como compramos los medicamentos en farmacias, debemos comprar nuestros anteojos sólo en ópticas.
Los peligros de usar anteojos comprados fuera de las ópticas habilitadas por el Ministerio de Salud de la Provincia de Buenos Aires.
Desde el Colegio de Ópticos de la Provincia de Buenos Aires sostenemos que usar anteojos «truchos» es peor que no usar nada: cuando nos exponemos al sol, el mecanismo que utiliza naturalmente el ojo para reducir el ingreso de los rayos Ultravioleta (UV) es contraer la pupila, lo que produce un menor deslumbramiento; a su vez, el entrecerrar los ojos funciona también como una barrera para disminuir el ingreso de luz al ojo.
Cuando nos colocamos “anteojos truchos” (plásticos pintados, no cristales oftálmicos con filtros para el sol) eliminamos estos mecanismos: los párpados se abren, las pupilas se dilatan y los rayos UV nocivos para la salud ingresan directamente en el globo ocular. Esa es una de las muchas razones por las que es tan importante adquirir los anteojos únicamente en ópticas habilitadas por el Ministerio de Salud de la Provincia de Buenos Aires, que cuentan con la atención y asesoramiento y el respaldo de un profesional óptico matriculado en el Colegio de Ópticos de la Provincia de Buenos Aires.