Si sentís que te pican los ojos, o se irritan, podrías tener síndrome del ojo seco.
El ojo seco es una afección muy habitual que sufren miles de personas en su rutina diaria y son varios los factores que pueden causar la aparición de los síntomas.
¿Por qué se seca el ojo?
Las causas del ojo seco son muy diversas. Habitualmente se produce por una mala lubricación del globo ocular, ya sea porque la cantidad de lágrima es insuficiente para la hidratación o porque ésta no es de buena calidad.
Uno de los principales factores de sequedad ocular es el uso intensivo y prolongado de las pantallas de celular, computadora o TV. Por otro lado, hay elementos con los que convivimos como son la polución, el humo, el aire acondicionado o la calefacción. Todos estos factores contribuyen a dificultar la correcta lubricación de tus ojos.
Aunque el síndrome del ojo seco afecta a todas las edades, a partir de los 50 años hay que sumar otro factor de riesgo debido a los cambios hormonales. Estos pueden afectar a la calidad de la lágrima y propiciar la problemática, de forma que es importante mantener un mayor control.
Padecer determinadas enfermedades como la diabetes y afecciones de tiroides, o el mismo consumo de medicamentos -antihistamínicos, antidepresivos, píldoras de control de la natalidad, etc.-, también puede favorecer la aparición del síndrome.
¿Cuáles son los síntomas del ojo seco?
Cuando tus ojos sufren de una falta de hidratación, aparecen toda una serie de molestias que afectan a tu día a día y que te impiden realizar tus tareas habituales con normalidad. Los principales síntomas del ojo seco consisten en la sensación de irritación, escozor y/o quemazón en los ojos. A esto se le pueden sumar otros, como ojos rojos, fotofobia, visión borrosa y pesadez en los párpados. Además, también suele ser habitual la sensación de tener un cuerpo extraño en el ojo -como arenilla u otro material-, similar a lo que podés sentir en caso de padecer conjuntivitis.
¿Cuál es el mejor tratamiento para el ojo seco?
El mejor tratamiento para el ojo seco dependerá, principalmente, de la causa que lo provoque. Cuando la sequedad ocular está producida por actividades relativas a causas exógenas -como la lectura o el uso de pantallas en monitores, dispositivos móviles, etc.- el mejor tratamiento para casos leves es hacer uso de lágrimas artificiales o gotas lubricantes para los ojos.
Existen diversos tipos de lágrimas artificiales, con diferentes grados de viscosidad dependiendo de las necesidades de cada persona. Por otro lado, los descansos frecuentes para evitar la exposición prolongada también son una excelente manera de mantener a raya los síntomas del ojo seco. Algunos filtros especiales en las pantallas pueden reducir el efecto nocivo de la luz en tus ojos.
Finalmente, un gesto tan sencillo como forzar el parpadeo regularmente durante pequeños periodos de tiempo puede ayudarte a hidratar el ojo. Esto resulta especialmente importante cuando dedicas largos periodos de tiempo a actividades tan extenuantes para la vista como son el uso de monitores o la lectura.
En conclusión, para evitar el síndrome del ojo seco es importante que mantengas unos buenos hábitos para tus ojos. Una buena higiene diaria de las glándulas lacrimales te ayudará a evitar problemáticas: para ello, tan sólo necesitas limpiar tus ojos con una toallita o un disco de algodón, suavemente, para eliminar suciedad e impurezas. También es muy importante utilizar siempre anteojos para sol con cristales homologados, que cuenten con la garantía de protección contra rayos UV para proteger tu vista diariamente.