El albinismo es una alteración genética de la producción y del metabolismo de la melanina (pigmento responsable del color de pelo, iris y piel).
Las personas con albinismo tienen una cantidad reducida o ausencia total del pigmento; este déficit de melanina se produce por la mutación del gen de la tirosinasa (enzima que cataliza la oxidación de la tirosina, aminoácido precursor de la melanina).
La melanina otorga una protección natural frente al sol, brinda el color y tonalidad a la piel, pelo e iris, por ende cuando se produce la mutación, la persona albina estará más vulnerable frente a los rayos UV (Ultra violeta), generando además otros problemas visuales que son el resultado de un desarrollo anormal de la retina y de conexiones nerviosas entre el ojo y el cerebro.
En general existen dos categorías de albinismo que causan problemas en la visión, incluyendo la baja visión:
ALBINISMO OCULOCUTANEO (AOC): causa una disminución del pigmento en los ojos, pelo y piel.
ALBINISMO OCULAR: afecta principalmente a los ojos, mientras el pelo y la piel no presentan casi alteraciones.
Entre los problemas visuales más frecuentes podemos encontrar:
ESTRABISMO: desequilibrio de los músculos del ojo.
FOTOFOBIA: sensibilidad a la luz brillante y al resplandor.
ERRORES DE REFRACCIÓN: como Miopía, Hipermetropía y Astigmatismo.
HIPOPLASIA FOVEAL: la retina no se desarrolla normalmente antes y durante la infancia.
TRAYECTORIA ANORMAL DEL NERVIO ÓPTICO: las señales nerviosas que viajan desde la retina al cerebro, no siguen el camino correcto.
HIPOPIGMENTACIÓN DEL IRIS: el iris tiene poco o ningún pigmento para filtrar la luz que entra por el mismo.
NISTAGMUS: movimientos involuntarios e incontrolables del ojo.
VISIÓN MONOCULAR.
Las personas con albinismo pueden tener una visión normal o totalmente reducida, y puede ser tratada con corrección óptica ya sea aéreo o lentes de contactos, según las circunstancias de cada albino. La cirugía es otro tratamiento para corregir, sobre todo, el estrabismo; los filtros en las gafas pueden ser una solución para adaptarse a cada ambiente de luz, mejoran el contraste y reducen las molestias con sensibilidad a la luz. Se pueden utilizar diferentes filtros protectores para interiores y para estar al aire libre.
Se recomienda un filtro de 550nm y puede colocarse también a los laterales de las gafas para mayor protección, además de tener la corrección óptica en el caso que se necesite, aunque algunos albinos afirman que no es suficiente esta protección, la luz produce irritación y lagrimeo. Otra solución para pacientes con baja visión, son las ayudas ópticas.
Las personas con albinismo, tomando las precauciones necesarias, pueden llevar una vida similar al resto. Se sabe que no existe una cura para quienes padecen este trastorno pero, pueden tomar precauciones que mejoren su calidad de vida. Las gorras, las gafas y las cremas con protección, son elementos fundamentales para facilitar la vida cotidiana de una persona albina.
Gisela Daiana Favre MP 3225