El 14 de noviembre es el Día Mundial de la Diabetes, este se creó en 1991 como medio para aumentar la conciencientizacion global sobre esta enfermedad. Es una oportunidad perfecta para dirigir la atención del público hacia las causas, síntomas, complicaciones y tratamiento de esta grave afección, que se encuentra en constante aumento en todo el mundo y donde los ojos son una de sus complicaciones más fácilmente detectables por nuestros pacientes ya que es una efermedad de curso silencioso.
Epidemiología
La diabetes mellitus (DM) es un trastorno plurimetabólico frecuente en humanos. El principal trastorno metabólico que se produce es el aumento de la concentración de glucosa en sangre. Esta hiperglucemia mantenida en el tiempo es la responsable del desarrollo de complicaciones microvasculares de la enfermedad, de las que la retinopatía diabética es una de ellas. La retinopatía diabética (RD) es la principal causa de pérdida visual no recuperable en los países industrializados en pacientes entre los 20 y 64 años de edad, siendo responsable de un 10% de nuevos casos de ceguera cada año. El riesgo de ceguera en pacientes diabéticos seria aproximadamente 25 veces mayor al resto de la población.
Clasificación clínica ocular
En la práctica clínica es necesaria una clasificación de la severidad de la RD para que sea fácilmente memorizable, la misma esta dividida en 4 niveles perfectamente definidos por la simple observación oftalmoscópica del fondo de ojo.
- Retinopatía no proliferante leve: En esta etapa solo se observan microaneurisma (Ma) retinianos, estos son dilataciones de la pared de los capilares y aparecen como puntos rojos pequeños de bordes nítidos. Los Ma por si solos no tiene significado clínico, excepto como indicadores de la progresión de la RD.
Tratamiento: Control sistémico glucémico, lipídico, hipertensión arterial, función renal y revisión oftalmológica anual.
- Retinopatía diabética no proliferante moderada: Aparecen hemorragias retinianas en número inferior a 20 en los cuatro cuadrantes. Pueden existir exudados duros o lipídicos y blandos o algodonosos. Los exudados duros son depósitos lipídicos intrarretinianos profundos de color amarillento brillante y bien definidos que cuando se localizan en el aérea macular generan edema macular con daño en la visión permanente alterando la visión central. Los exudados blandos o algodonosos son engrosamientos isquémicos de la capa de fibras nerviosas, de forma más redondeada y con bordes difusos de color blanco tapando generalmente los vasos retinianos. Otro de los signos que solemos encontrar son dilataciones venosas en un solo cuadrante, estas dilataciones consisten en zonas bien localizadas de dilatación con zonas de estrechez venosa, ¨como si fuese un rosario¨.
Tratamiento: idem a etapa anterior, aumentando a la frecuencia de co0ntrol oftalmológico cada 6 meses.
- Retinopatía diabética no proliferante severa: Suelen presentarse cualquiera de las siguientes alteraciones: por un lado podemos observar hemorragias intrarretinianas severas en número superior a 20 en cada uno de los cuatro cuadrantes. También se verán dilataciones venosas arrosariadas en 2 o más cuadrantes y Por ultimo pero con menor frecuencia encontraremos anomalías microvasculares intrarretinianas (IRMA) bien definidas en un cuadrante. Las IRMA son vasos finos tortuosos anormales ajenos a la arquitectura vascular retiniana que cuando son hallados hay una alta probabilidad que la RD pase a ser proliferativa.
Tratamiento: Fotocoagulación PAN retiniana ( no todos están de a cuerdo en practicarla en esta etapa).
- Retinopatía diabética proliferante: Incluye toda neovascularización retiniana y papilar, junto con hemorragias vítreas o prerretiniana con alto riesgo de desprendimiento de retina traccional. Los neo vasos tienden a originarse en la parte posterior de la retina y se asocian a isquemia. Estos neovasos frágiles a menudo sangran hacia el vítreo. Si el sangrado es leve la persona reporta ver unas cuantas moscas volantes oscuras llamadas miodesopsias. Por otra parte si el sangrado es grave se puede bloquear toda la visión ya que estos neovasos desarrollan cicatrices retinianas responsables tanto de los escotomas y como de los desprendimientos de retina traccionales.
Tratamiento: Fotocuagulación PAN retiniana, considerando ademas una aplicación de antigiogénico como ayudante en el cuadro clínico retinal.
Conclusión: Por todo lo antes mencionado es nuestra obligación como agentes de la salud recomendar a nuestros pacientes un control anual sanguíneo y ocular para desestimar esta enfermad que se encuentra en constante aumento en constante aumento y que abarca a todas las clases sociales.
Autor: Mariano Garófalo, matriculado del COPBA MP 3146 y Lic. en Óptica Ocular y Optometría por la Universidad Nacional de La Plata